jueves, 18 de junio de 2015

Forman parte de ti

Nunca me había planteado escribir y expresarme sobre este tema, pero ¡nunca digas nunca!

Los tatuajes son algo muy especial, muy personal. Dependen mucho del tipo de persona que seas, de tu personalidad, de tus gustos, hasta del tipo de vida que tengas.
Todavía hoy se sigue diciendo que son negativos para ciertos aspectos; sinceramente, creo que eso debería cambiar. No son más que dibujos en la piel, que en muchos casos sólo reflejan cómo eres por dentro (aunque tampoco es necesario que tengan un significado real).
Aún hay gente que te mira de forma diferente por llevarlos, o trabajos en los que, por muy bueno que seas, te rechazan simplemente por tener alguno.

Siempre me habían llamado la atención, aunque de una manera simple y no muy llamativa. Y sobre todo, que tuvieran un significado muy especial para mi, que de alguna manera me reflejaran.

Tras varios años insistiendo, y justo al comienzo del año, al final pude hacerme el primero. Sin duda alguna, es el más especial. Algo sencillo, y que reflejaba completamente mi verdadera y única pasión: la música.


En ningún momento dudé que era realmente lo que quería llevar en mi piel durante toda la vida. Considero que es algo discreto, y muy sencillo. No quería muchas "florituras", y menos siendo el primero. Creo que es lo mejor que pude elegir, sobre todo porque para mi refleja la música clásica, mis años de conservatorio, los conciertos con la banda, toda la gente que he conocido gracias a ella, a esta pasión, más bien amor, que nunca desaparecerá de ninguna manera.

El segundo no fue tan pensado, y fue en el verano del año siguiente. Lo vi, y sabía que tenía que hacérmelo. No me lo hice porque estuviera de moda. En un primer momento, no parecía que tuviera algún significado especial, pero al final, sin duda lo tiene.



Tampoco es muy llamativo, y es, al igual que el primero, sin color. Tiene algo especial para mi; refleja la libertad, el salir de tu zona de confort, de mostrar al mundo como eres en realidad, sin importar el qué dirán. De no tener que dar explicaciones a nadie por tu forma de actuar, por tu forma de ser. De ser simplemente TÚ.

Y el último, de momento, es de hace sólo unos días. Este año ha sido muy duro para mi, y también para las personas que me rodean, y quería reflejarlo de alguna manera. No tenía una idea muy clara sobre lo que quería, pero al final me acabé decidiendo por algo que lo combinaba todo.



¡Y me decanté por el color! Muchas veces dije que no quería infinitos, pero éste se me quedó grabado en la mente, y tenía que quedar en la piel.
Se reflejan todas las cosas que considero indispensables: la familia y la música.  Ninguna de las dos me ha abandonado en este periodo de tiempo.
He sentido más que nunca a mi familia a mi lado, apoyándome en todo momento, intentando hacerme feliz y, aunque en muchos momentos sin éxito, evitar que llorara. Aunque fue muy duro, sin ellos habría sido prácticamente imposible.
Por supuesto, la música tampoco me dejó de lado. En los momentos en los que estaba sola en mi habitación, allí estaba. Si que es cierto, que en algún momento tuve miedo, y no sabía si podría seguir a mi lado. Pero por suerte, no se ha ido.

Al final, de una manera o de otra, todos tienen su significado, y muestran para siempre (a no ser que hagas algo para eliminarlos) en el exterior una parte de como soy en el interior. Porque no se borrarán. Porque forman parte de ti.



sábado, 18 de abril de 2015

19

A veces hasta que no pasa un largo periodo de tiempo, no te das cuenta de las cosas que han pasado.

Y es ahora cuando, al echar la vista atrás, me doy cuenta de la cantidad de cosas que han cambiado a lo largo de este año.

Hay personas que antes no estaban, y ahora es como si fueran tu familia, esa familia con la que quieres pasar cada minuto que sea posible. Otras, sin embargo, ya no están en tu vida. Algunas aún siguen ahí, pero no como siempre; puede ser que las notes distantes o que la relación haya cambiado, y que, por esto, te sientas vacío, o simplemente, diferente.

También llega ese momento en el que sucede algo inesperado, lo que nunca te imaginarías que pudiera pasar. Y ese es el punto clave en el cual todo cambia. Te das cuenta de muchas cosas; de la gente que está a tu lado, en las buenas y en las malas, de lo que de verdad importa, y de que tienes que dejar atrás todo aquello que te hace daño, con lo que no estás a gusto, con lo que no eres realmente feliz.

En este año, muchas cosas han cambiado. Hace un año, estaba con todo el agobio de 2º de bachiller y mi último año en el conservatorio, decidiéndome sobre qué hacer con mi vida de cara a los estudios: seguir adelante con la música o cambiar de camino hacia la educación infantil. También era muy difícil, ya que no podía seguir en mi casa para continuar estudiando lo que quería.
¿Quién me iba a decir a mi, que un año después seguiría aquí estudiando Administración y Finanzas?

Pero estas cosas imprevisibles son las que al fin y al cabo componen tu vida, y la tienes que afrontar con fuerza, motivación y ganas, para superar todo lo que pueda pasar. Por ti. Por los tuyos. Porque la vida no es tan rosa como la pintan, pero tampoco tan negra como a veces la ves.


domingo, 22 de marzo de 2015

Insustituible

Piensas que has terminado el libro, que ya tienes que cambiar a otro. Y sientes un gran vacío, que te falta algo, que una parte de ti se va. Pero te das cuenta de que aún quedan unas hojas, que en realidad no lo habías terminado, y no sabes si de verdad quieres continuarlo o no, no sabes qué será lo mejor, porque tu cabeza te dice una cosa, pero tu corazón, aunque no quieras escucharlo, te dice otra. Porque ese libro, en el fondo, es único, insustituible, y no encontrarás otro igual.

martes, 17 de marzo de 2015

Música como forma de vida

Echo mucho de menos aquella parte de mi vida por la que tanto luché, de la que tanto aprendí, en la que a tanta gente tan especial conocí, en la que, también, tanto sufrí.

Pero, al recordarla, me doy cuenta de que, sin duda, mereció la pena. Porque viví tanto y tan bueno, que jamás desaparecerá.

Hay momentos, situaciones, experiencias que sé, con total seguridad, que serán imposibles de olvidar, que nunca podré, ni aunque en algún momento quiera, borrar de mi mente.

Aún hay una pequeña parte de esa etapa que sigo viviendo, que sigo disfrutando, pero, aunque siga en mi vida, no puede ser lo mismo, porque no es completa, en ningún aspecto. Pero, por muy mínima que sea, no quiero perderla.

Porque digo, y siempre lo diré, que para mí la música es una forma de vida.


domingo, 15 de marzo de 2015

Vívelo

En la vida, pasan cosas buenas, malas y horribles, pero, antes o después, te sirven para algo. Con ellas, te das cuenta de quienes están a tu lado, de quienes te apoyan en lo que necesitas, de lo que no puedes prescindir, de lo que realmente importa en la vida. De que tienes que dejar de comerte la cabeza, de darle mil y una vueltas a las cosas. De que tienes que vivir el momento, disfrutar de lo que estás haciendo, darlo todo y más, de luchar por lo que quieres. Porque no sabes lo que te va a pasar, de dónde vas a estar el año que viene, el mes siguiente, o incluso unas horas después. Y que, al fin y al cabo, las cosas pasan por algo.


sábado, 24 de mayo de 2014

Incomparable

En la vida tenemos muchas cosas, que vienen y se van, que, aunque no queramos, van a desaparecer. Pero hay una, la más importante, que si la cuidamos, que si es buena, que si es verdadera, no se va a ir por mucho que pase, por mucho que se interponga. La amistad es muy importante, es un gran punto de apoyo, esencial. Debemos guardarla en una cajita, entre algodones, con mil y un candados. Cuidarla como si fuera la flor más delicada del mundo, porque así es, y no dejar que se marchite.
Después de mucho tiempo, me he dado cuenta de que así es, y de que tengo la gran suerte de contar con ella. Las tengo en los buenos momentos, en las risas, en las fiestas, en las tardes de verano, en todos esos momentos que no se borrarán de mi mente, pero, sobre todo, están cuando más las necesito, cuando no me soporto ni a mí misma, cuando parece que mi mundo no se sostiene. Y eso no se puede cambiar por nada.


jueves, 20 de marzo de 2014

Perdida. Sin rumbo fijo

Y te miré a los ojos, pero no te encontré. Busqué y busqué, pero no apareciste. No eras ese chico con el que yo me reía, disfrutaba, con el que fui feliz. Con el que yo viví. Y al no encontrarte, yo me perdí. Me adentré en un mundo imposible, en un bucle sin salida, en un espacio sin fin. No podía salir de ahí, pero tampoco supe si quería. No era mi mundo, pero ¿cuál podía serlo?